Los orígenes de Alcañiz como asentamiento de población estable son difusos. Pese a considerarse el despoblado de Alcañiz el Viejo como su precedente, el poblamiento actual parece que procede de época musulmana, ya que su nombre actual proviene del árabe, quizá de Al-Qannis, que significa "las cañas o cañizos", muy abundantes en la ribera del río Guadalope que rodea con un meandro la ciudad, o quizá de الكنائس Al-Kanā'is, que significa "las iglesias".3
Su origen se remonta a una antigua fortaleza romana que fue recuperada del dominio musulmán por Alfonso I de Aragón en 1119, cinco años después, el rey cedería este lugar a los hermanos Fruela y Pelayo, como punto de defensa que no tardó en perderse. Treinta años después, en 1157 el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, príncipe de Aragón por su matrimonio con la reina Petronila de Aragón, la reconquistaría, ampliando su término para hacer frente al azote musulmán, pero no tardó en volver a perderse, hasta la segunda reconquista llevada a cabo por su hijo Alfonso II de Aragón. En 1179 Alfonso II de Aragón cedió el castillo de Alcañiz a la orden religiosa-militar de Calatrava, comenzando así una pugna que duraría siglos entre el concejo y la orden.
Tanto en su historia como en su evolución urbana se aprecia el dominio inicial de la Orden de Calatrava en los siglos XII, XIII y XIV. Esta Orden monástico-militar, impuso su modelo de poblamiento e impulsó un primer recinto de muralla, la "muralla alta", cuyo símbolo era el propio castillo. Durante el siglo XV será el concejo medieval quien tome la preponderancia en Alcañiz y todo el Bajo Aragón, gracias en parte al apoyo de diferentes Reyes de Aragón, la aparición de una nobleza local, y el progresivo deterioro de las Órdenes Militares en la Península, tras terminar la Reconquista en 1492. El símbolo del concejo alcañizano serán las Casas Comunes, de las que tenemos un fragmento de mural instalado en el edificio que heredó esta función en el siglo XVI, la actual Casa Consistorial, que junto a la lonja, la creación de la Plaza Mayor (actual Plaza de España), y una ampliación y reordenación urbana, dentro de los límites de un nuevo recinto de muralla del siglo XIV, la llamada "muralla baja", configuran el cambio de una villa medieval calatrava, a una ciudad renacentista.4