Durante los siglos XV y XVI se edificó la nueva Iglesia de la Asunción, sobre los restos de una anterior de la que se conserva la torre, así como la Ermita de la Virgen de Arcos. En la Guerra de Sucesión, Albalate apoyó al futuro monarca Felipe V, por lo que obtuvo las tres flores de lis que adornan su escudo.
En el siglo XVIII se construyó el puente y la Iglesia de San José. Asimismo, grupos ilustrados introdujeron una nueva variedad de olivo que iba a tener una gran aceptación: el empeltre.
El 21 de marzo de 1836, las fuerzas carlistas de Cabrera unidas a las de Quílez sostuvieron en las inmediaciones de Albalate una escaramuza con las tropas gubernamentales del coronel Churruca. En el transcurso de esta Primera Guerra Carlista, la villa fue hostigada en repetidas ocasiones por los seguidores del Pretendiente.6Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España de 1845, refiere que Albalate «cuenta con 926 casas, en lo general de dos pisos y con pocas comodidades; pero hay bastantes de regular construcción y buena distribución interior; forman varias calles y tres plazas, estas capaces y de agradable aspecto, y aquellas angostas y mal empedradas». Menciona la existencia de hasta 80 masías y parideras en su término municipal, así como de «canteras muy abundantes de piedras jaspes de diferentes colores».6
En tiempos más recientes, la villa fue duramente castigada por la Guerra Civil, que aunque no causó daños materiales significativos, produjo gran mortandad. A partir de la década de 1950 se produjo un importante descenso de la población del municipio debido a la emigración, principalmente a Zaragoza y Cataluña.7
PATRIMONIO:
El casco urbano de Albalate del Arzobispo, catalogado como conjunto histórico-artístico, está compuesto por callejuelas estrechas y empinadas.
La Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es un templo del siglo XVI de estilo gótico renacentista, edificado en el mismo lugar en que se encontraba una iglesia anterior que fue demolida. Del edificio original se conserva la torre mudéjar cuya orientación difiere ligeramente respecto al nuevo templo. La parte inferior de la torre es de planta cuadrada, mientras que la superior es octogonal. La fábrica de la iglesia es de piedra sillar hasta la mitad de la altura de los muros, donde esta es sustituida por ladrillo. Su planta consta de tres naves de cuatro tramos cada una y cabecera recta con dos estancias laterales, todo ello cubierto con bóvedas de crucería estrellada.
Otro edificio eclesiástico en el casco urbano —antiguamente extramuros— es el Convento de Santa Ana. Fue convento de monjas franciscanas hasta la desamortización, siendo posteriormente ocupado por la comunidad de monjas de Santa Ana. Su iglesia es de una sola nave cubierta mediante bóveda de medio cañón con lunetos. Al exterior presenta un sobrio volumen de mampostería y sillería, con cornisa de ladrillo en esquinillas.13
Otra iglesia, bajo la advocación de San José, está situada cerca del cementerio. Consta de nave única dividida en tres tramos, con un cuarto tramo, que ejerciendo funciones de crucero, acoge el altar mayor. Lo más destacable del templo es el interior de su bóveda, decorada con altorrelieves de yeso de representaciones figuradas. Al exterior, la iglesia presenta factura agradable y proporcionada, estando dominado el conjunto por un cimborrio octogonal con una esbelta linterna de ladrillo.14
La localidad cuenta también con la Ermita del Calvario, en las Canterías, y al este, con la de Santa Bárbara; esta última se encuentra en ruinas y tan solo se conservan los muros.
Distante diez km de la villa, el Santuario de la Virgen de Arcos se yergue sobre un promontorio rocoso de la Sierra de Arcos, en medio de un abrupto paisaje surcado por el río Martín. En realidad es un complejo de edificios entre los que destacan la iglesia y la hospedería. La iglesia es una construcción barroca, de ladrillo y mampostería, del siglo XVII. Dividida en dos partes por un cancel, la primera parte está formada por tres naves, la nave central cubierta por bóveda de arista y las laterales por bóveda de cañón con lunetos. La segunda parte la forma la capilla mayor, situada a distinto nivel, posee planta cuadrada y se cubre con una gran cúpula semiesférica. La imagen de la Virgen de Arcos se perdió durante la Guerra Civil.13El santuario perdura como único vestigio de la desaparecida localidad de Arcos.15
Coronando el casco urbano de Albalate se alza el Castillo-Palacio Episcopal, obra de los siglos XIII y XIV. Aunque no es segura su fecha de construcción, esta pudo realizarse entre 1297 y 1314. Es de tipo castillo-residencia, ya que su función fue más de residencia de los mitrados zaragozanos que defensiva. De planta rectangular, está realizado en sillería y consta de dos plantas, estando orientada la fachada principal hacia el sur. Los ventanales del piso superior, que corresponden a la capilla del castillo, presentan ornamentación de tipo gótico a base de motivos lobulados. La torre que se alza sobre la capilla es más moderna, del siglo XVI.16
La Casa Consistorial del municipio está emplazada frente a la iglesia. Es un edificio de corte clasicista dividido en tres plantas de altura más un ático. La planta baja cuenta con lonja de dos arcos de medio punto y uno lateral, que sirve de acceso al mismo; entre los dos arcos que forman la lonja se encuentra el escudo de Albalate en alabastro. El segundo piso presenta un balcón corrido al que se accede por tres puertas enmarcadas de un frontón triangular.13